Donnerstag, 29. November 2012

Ciro Alegría: Los perros hambrientos


              • Nombre de la obra: Los Perros Hambrientos
              • Nombre del autor: Ciro Alegría
              • Editorial: Zig-Zag
              • Año de publicación: 1939
              • Lugar de publicación: Santiago de Chile













Reseña biográfica del autor:

    Ciro Alegría nació en 1908 (por error fue inscrito como nacido en el año 1909) en Huamachuco. A los cinco años de edad, fue a vivir con sus padres a Marcabal Grande,a la inmensa hacienda de sus abuelos , situada en la sierra del departamento de La Libertad, cerca de la ciudad de Huamachuco, en el norte del Perú. Su padre, José Eliseo Alegría Lynch, fue un intelectual, admirador del anarquista Manuel González Prada, que, después de casarse con la hija capataz de la hacienda, intentó una pequeña reforma agraria entre los campesinos de Marcabal Grande. Su abuelo Teodoro Alegría era un hombre generoso y amplio, distinto a los gamonales clásicos de la época, protector de sus trabajadores y que daba refugio a los indios fugitivos de otras haciendas, a los comunarios perseguidos por la saña de los terratenientes. Así que se puede imaginar que Ciro Alegría ya tenía este influencia de tratar a resolver la injusticia de su padre y de su abuelo. Además en este tiempo Ciro Alegría se asomó por primera vez al sufrimiento de los indios, incesantemente golpeado por una injusticia secular. Como se puede ver en la obra parecen muchas partes de este época de su vida: el patrón de la hacienda de Páucar, Don Cipriano Ramírez, parece mucho a su abuelo, con toda su generosidad y comedimiento hacia sus peones (la familia de Simón Robles) y los indios de Huaira que buscan refugio.
     Cuando tenía siete años, su abuelo recordó que Ciro tenía que escolarizarse y entonces le envió a Trujillo para estudiar en el Colegio San Juan. En el primer año tuvo una influencia de su maestro, el que le enseñó a leer y escribir fue el poeta César Vallejo. En 1920 se enfermó de paludismo y tenía que volver a la sierra para continuar sus estudios. Tres años después, en 1923, permaneció en la hacienda Marcabal Grande, donde se dedicó a las tareas agrícolas y aprendió mucho de las costumbres y maneras de vivir de los indios y cholos. Muchos de ellos eran grandes contadores de cuentas y por eso podría ser que Ciro Alegría toma la aficon al relato. Además, como convivió durante años con indios, cholos, peones y empleados, él se consideraba un “cholo serrano” aúnque es hijo de una familia blanca y rica. De estos recuerdos de su infancia y de los relatos que oyó entonces nacieron sus grandes novelas indigenistas que tratan de la problemática del indio. Otro factor importante es que Ciro Alegría intenta de retratar las hablas regionales partiendo del español y no de las lenguas vernáculas, como lo hicieron otros autores (p.ej.: Arguedas) por la razón de que en el norte del Perú no se habla quechua castellano.
     En 1924 su padre lo envió de nuevo a Trujillo, para continuar con la secundaria en el Colegio San Juan. Desde estos tiempos definió su vocación y empezó a escribir sus primeros relatos y poemas releido por su madre la cual influyó mucho sus primeras obras. Justamente en esta época el Perú, como el resto de América Latina, vivía una época de cambios e inquietudes, de crisis y de rebelión. De ahí viene que Ciro Alegría participó en el movimiento de reforma universitaria y se afilió al partido Aprista, lo cual tiene como objetivo de luchar por las clases oprimidas. Entre 1931 y 1933 sufrió dos prisiones sucesivas y por último fue desterrado a Chile donde escribió su primera novela La serpiente de oro – por necesidades económicas. En 1936, quebrantado por las prisiones y el destierro, enfermó de tuberculosis pulmonar y debe internarse en el sanatorio de San José de Maipo, donde estuve dos años. Durante su recuperación, por consejo de un médico, escribió su novela Los perros hambrientos como manera de terapia. Este última se publicó en agosto de 1939 y relata los trágicos efectos de una sequía en la sierra y subraya el desquiciamieto del mundo andino al detenerse el ritmo de la producción agrícola. Dos años más tarde Ciro Alegría gana el segundo premio del concurso de la editorial Zig Zag con esta obra.



Argumento de la obra:

     En su libro Los perros Hambrientos, Ciro Alegría nos muestra la vida rural del periodo colonial en el Perú. Trata de la familia de Simón Robles, un peón de origen indígena que trabaja y vive en la hacienda de Páucar que está a cargo del hacendado Don Cipriano Ramírez. Simón vive con su esposa Juana e hijos Vicenta, Timoteo y Antuca. Es muy conocido gracias a sus mascotas que tienen fama de ser excelentes perros ovejeros. Además tienen dos perros Wanka y Zambo y durante este periodo muy próspero donde todos recibían alimento Wanka parió y se quedan con dos machos Güeso y Pellejo y un tercer hermano Mañu que fue dado a Martina, la más grande de los hijos de Simón que se casó con Mateo. Incluso podía vender los otros perros de la camada o cambiarles por ovejas.
     Como ya mencionado al principio viven un tiempo muy próspero y feliz – tienen sus perros fieles, sus ovejas, Martina tiene sus dos hijos y vive junto con su marido – entonces parece que todos disfrutan de la vida. Hasta que un día empieza la miseria para todos: primeramente Mateo tiene que hacer su servicio militar lo que dejó a Martina, su hijo Damián, otro hijo muy pequeño y Mañu solos a casa. Entonces Mañu se convierte en protectór de los miembros restantes. Especialmente Martina sufría mucho de este hecho y está esperando la vuelta de Mateo desesperadamente hasta que al final dejó Damián con Mañu solos a casa para que haya alguien si Mateo regresa. Otro acontecimiento es que un día, Antuca acompañada de su hermana Vicenta estuve pastoreando sus ovejas con sus perros cuando llegaron dos muchachos a caballo con su perro Güenamigo. Son los hermanos Julián y Blas Celedón, bandoleros dedicados al abigeato o robo de ganado – Vicenta les reconoce porque hace años está quiso a Julián. Robaron a Güeso y se escapan dejando los que quedan en un estado de desesperación y tristeza.
     Los hermanos Celedonios maltratan Güeso al principio y por esto el intenta escapar varias veces con la consequencia que le marcan con hierro como castigo – lo que le deja una herida bastante grave. Por esta razón Güeso siente un gran odio hacia los hermanos que le quieren convertir en perro conductor de reses robadas. Surge un cambio radical cuando realizó que Julián realmente se preocupa por él y lo trata como un miembro de su familia, curándole sus heridas y dándole comida. Terminó encariñandose con su nuevo amo quien lo junta con su otro perro, Güenamigo.
     La historia continúa con los hermanos y sus actividades. Julián se enamoró de Elisa, una chica del pueblo de Sarún, con quien esperará un niño. Ya empieza el periodo de la sequía, entonces sin buenas cosechas y la comida empezó a escasear. Los perros de los Robles juntos con otros perros se escaparon algunas noches para robar maíz de una chacra vecina hasta que alguién instaló unas trampas que mataron a una parte de ellos y nunca regresaron.
     Durante este tiempo el subprefecto de la provincia Don Fernán Frías mandó, cuyo puesto está en problemas y para mejorar su posición, a Alférez Chumpi alias Culebrón para matar a los Caledonios. En un ataque por parte de Culebrón y su ejército fueran engañados y comieron papayas envenenadas y ellos e incluso sus perros mueren.
     Parece que se acabó el periodo de sequía y don Cipriano dejó sembrar para una nueva cosecha. En estos días acudieron el indio Mashe con cinquenta miembros de la extinguida comunidad de Huaira a la hacienda de don Cipriano para pedirle de recibirles. Les permitió quedarse en su tierra y aconsejó que pidieran hospedaje en la casa de los colonos, los cuales finalmente les dejaron vivir con ellos. Mashe y su familia, parte de esta es su hija Jacinta, se quedaron en la casa de Simón y Timoteo se enamora de Jacinta. Mientras tanto la sequía aumenta hasta el punto en que pidieron a la Virgen del Carmen que los socorra. Llueve por pocos días pero la sequía sigue torturando tanto a animales como a los humanos. Cada uno lucha por su vida dejando de lado el respeto de los perros a proposito de sus dueños – Wanka mató a una oveja y los otros perros la siguieron, por lo cual son expulsados.
     En el caso de Martina, la desesperación le hace buscar comida a la casa de sus suegros y dejó a su hijo Damián y a Mañu. El pequeño muere por el hambre de camino a su abuelo Simón, pero sus restos fueron defendidos por Mañu de un condor hasta que el mayordomo de Cipriano recogió el cuerpo y lo llevó a Simón para ser enterrado. Y los muertes continúan: Mashe muere, dejando su esposa y hija Jacinta la cual se quedó con Timoteo. Finalmente muere también Mañu y Zambo muere y el hambre le llevó a Pellejo a comer sus entrañas.
     Cuando los indios llegaron a don Cipriano para pedirle comida. Como él renunció darles más comida – con la explicación que él tampoco tiene – se rebeldan y don Cipriano no duda en ordenar dispararles para hacerlos retroceder. Como consecuencia de esto mueren tres personas, antes el cual el hacendado se muestra indiferente.
     Después de toda esta catástrofe y unos dos años de sequía, las lluvias regresan con la felicidad del pueblo entero. Los perros vuelven, Simón les perdona y el orden anterior se restablece, aunque con heridas marcadas tanto en la gente que en los animales.



Tiempo real:

     Después de varios acciónes de motivación política en el Perú y su persecución política, Ciro Alegria fue desterrado a Chile, donde después de haber escrito su primera novela en 1936 se enfermó de tuberculosis pulmar. Tiene que internarse en el sanatorio de San José de Maipo por dos años. Su enfermedad se agravó con una embolia que le dejó ciego durante cierto tiempo y su cuerpo era medio paralizado. En este periodo como manera de terapia escribe su obra. Fue inspirado una noche por el sonido de unos perros y seguramente de su experiencia de niñez en la hacienda de su abuelo. Un mes después de empezar a escribir tiene el resultado: Los Perros Hambrientos que fue publicado en 1939.



Tiempo ficcional:

     La época de los relatos en Los Perros Hambrientos es entre los años 1910 y 1920, es decir en la niñez del autor o más claro en el periodo que Ciro Alegría estuve en la hacienda de su abuelo y él mismo tiene la experiencia y el contacto con los indios, cholos y peones que trabajan por su padre, lo que marcará el resto de su vida. Es durante los últimos años de la República Aristocrática – el poder estaba en los manos de la clase oligárquica - con el Oncenio del presidente Augusto B. Leguía quien es mencionado de manera incidental en la obra. Es una época turbulenta, de protesta y conmoción social, especialmente en la región de los Andes, lo que se refleja bien en el desarrollo de la historia, particularmente en el capítulo de la persecución de los hermanos Celedonios.



Conflicto mayor:

     El conflicto mayor que se muestra en esta novela es la vida precaria del indio, en este caso lucido por la agresión de la naturaleza manifestada en una prolongada sequía y sus consequencias conmovedores. La falta de lluvias priva de alimentos igual a hombres como a animales y entonces muestra la necesidad básica de la subsistencia y les obliga a hacer actos que van contra sus valores. En el caso de los animales vemos que Wanka rompe el lazo maternal que tiene con las ovejas al matar y comer a una. Esta acción rompe el amor y la confianza de sus amos así que le priven el derecho de estar con la familia. En el caso de los humanos, vemos que de un lado Martina abandona a su hijo Damián y Mañu para ir a buscar comida con la consequencia que los dos mueren, del otro lado hay una revuelta en contra del hacendado Don Cipiriano de los peones y indios a causa de su desesperación por el hambre. Este último acabo con la muerte de tres hombres porque Don Cipriano no ve otra manera de defenderse. Como conclusión tenemos un gran número de muertos y el agotamiento de todos. Pero al momento que las lluvias reempiezan todo parece olvidado y se restablece el orden de antes de la sequía.



Conflictos menores:

     Otro conflicto que aparece en la obra es el robo de Güeso por los hermanos Celedonios. Al principio Güeso opone resistencia a ellos y hace todo lo possible para escapar y no obeir. Pero cuando realiza que Julián le cuida con mucho cariño y le trata como miembro de la familia empieza a sentir afiliación a él y no más a su anciena familia, los Robles.
     Además se podría decir que la separación de Mateo de su familia a causa de un servicio militar causa otro conflicto. Así les deja sin cabeza de familia, sin protector, sin marido, sin padre, y al fin casi sin esperanza.
     Incluso la situación de los perros después de romper la confianza de la familia y el siguiente anetema causa un conflicto entre los dos grupos.
     Y finalmente la relacion entre el patrono Don Cipriano y sus peones está más tensa durante la sequía porque todos tienen miedo y intentan de sobrevivir. Así que con la revuelta al fin Don Cipiriano mata a tres personas sin tener ningun sentimiento de lástima.





Héroe:

Simón Robles
  • Nacionalidad: Peruano
  • Sexo: Masculino
  • Grupo étnico: Rural, indígena de la sierra
  • Clase social: Baja (Campesino). Como trabaja solamente por la sobreviviencia en una chacra y su trabajo y toda la vida depende de la influencia de la naturaleza se puede decir que partenece a la clase más pobre que no tiene ningún seguro de sobrevivir.
  • Tipo de familia: Compuesta. Está viviendo con su mujer, sus hijos y tiene mucho contacto con su hija Martina y su yerno Mateo.
  • Tipo de empleo: Peón en la hacienda de Páucar. Además gana un poco extra con la cría y la educación de perros ovejeros.
  • Grupo etáreo: En el libro está mencionado que es un hombre que “ya estaba viejo y la perilla y el bigote raleaban un gris entrecano” y como ya tiene hijos de avanzada edad (Martina por ejemplo ya tiene dos hijos) parece que tiene unos 70 años.
  • Identidad: Como es indígena y toda su vida vivió en el campo, conoce y también depende mucho de la tierra, su idiosincrasia y tiene que entender que significan las signos de la naturaleza. Entonces está muy unido a la naturaleza y al mismo tiempo muy solidario con la gente. Por ejemplo permite a Mashe y su familia de quedarse en su casa aunque ellos tampoco tienen mucho y ya empezó el tiempo de la sequía, es a decir el tiempo en que todos luchan por su sobrevivencia.
     Simón Robles, la cabeza y el protector de la familia parece como el centro de la historia. Está relacionado con casí todos los participantes de la novela y intenta regular sus problemas. Parece que todos tienen mucho respecto frente a él y que sus decisiónes tienen mucho valor, como ya es un señor con mucha experiencia. Además le gusta mucho contar cuentos, leyendas y tradiciones de su cultura. De esta manera se expresa la cultura de la gente de la sierra. Como de noche no hay televisión etc. se divierten contando e inventando historias. Así se manifesta su manera de vivir, pensar y divertirse y como las historias son transmitidos de padre a hijo etc. forman una parte muy importante del testimonio de la cultura andina (como hay un montón de analfabetos no existen textos sobre estas cuentas y solamente después empiezan algunos autores con recopilaciones). Aparte es una persona muy humilde y generosa. Al llegar de los indios de Huaira le permite a Mashe y su familia de quedarse en su casa y compartir la comida y todo con ellos. También con sus mascotas tiene una relación muy intensa – son como miembros de la familia y así les trata. Dentro de todo es una persona sabio, que representa muchas virtudes y la vida y las costumbres de las indígenas de la sierra del norte del Perú.



Antihéroe:

Julián y Blas Celedonio
  • Nacionalidad: Peruana
  • Sexo: Masculino
  • Grupo énico: Rurales, indígenas de la sierra
  • Clase social: Baja. (Criminales) Son bandoleros lo que es su única manera de sobrevivir como Julián mató a su jefe tenían que escapar y fueron abandonados a una vida criminal.
  • Tipo de familia: No se precisa en la obra, pero como no mencionan ni sus padres ni otros miembros de la familia y los dos hermanos siempre están juntos, parece que sus padres ya están muertos o no tienen más contacto con ellos y tienen que sobrevivir solos. Es por esto que los dos han decidido de hacer sus negocios juntos.
  • Tipo de empleo: Son bandoleros, dedicados al abigeato o robo de ganado.
  • Grupo etáreo: Está mencionado que son adultos asì que parece que tienen entre 20 y 25 años porque tienen aproximadamente la misma edad que Vicenta, que era enamorada de Julián.
  • Identidad: Parece que siempre tenían una vida dificil – al borde del precipicio – y siempre tenían que luchar para sobrevivir. Y como se dedican al robo y no les importa matar o hacer daño ni a personas ni a animales (como vemos con Güeso) podríamos decir que no tienen muchos valores y que les falta moral y ética. Al mismo tiempo vemos que son perseguidos todo el tiempo y por esto tienen que actuar así para sobrevivir. Julián por lo menos trata muy bien a Güeso así que los dos terminan ser buenos amigos y está enamorado de Elisa con la cual tendrá hijo.
     Los dos hermanos representan las antivalores en esta novela: la maldad, la piedad, el robo y el asesinato, la falta de valores morales y sacar provechos de los más débiles – los indios campesinos que tampoco tienen que luchar por su sobrevivencia cada día. Por la misma razón son perseguidos de Alférez Chumpi y su ejercito, los que al fin logran a matarles con una artimaña - papayas envenenados. Entonces uno puede decir que recibieron lo que merecían pero al mismo tiempo, pensando más en la razón por la cual los hermanos acutan así, se entiende que ellos no veían ninguna solución de sobrevivir que este camino criminal y que en lo más profundo es buena gente. Solamente que tienen que ser tan duro y indíferente al frente de la gente para poder sobrevivir en este entorno tan difícil y duro como es la sierra del Perú.



Comentario final:

     A mí me parece muy interesante la novela Los Perros Hambrientos - siendo de otro país y de completamente otra cultura. En esta obra se muestran muy bien alguna costumbres, leyendas y la vida de los indígenas, lo que para mí es otro mundo y al mismo tiempo muy fascinante. Se puede observar la vida de los campesinos de la sierra del norte y entender más su vida, sus problemas y pensamientos. Lo fascinante en esta obra es que parece muy real, muy autentica así que el lector se siente como observador de los hechos – además el uso de los dialectos de la gente hace que el lector tiene la impresión que la persona está hablando con él.
     En conclusión es interesante como un autor que proviene de una familia no indígena se identifica tanto como indígena y cuenta de este mundo. Parece también que, como los perros tienen un papel tan importante en la historia y piensan y actúan como los hombres, nos indica que la “raza peruana” es una mezcla de muchas culturas como los perros.